La población que no tiene problemas de corazón: los tsimanés.

PORTADA TSIMANÉS

Las sociedades han ido evolucionando hasta llegar en algunos casos a ser sociedades extremadamente industrializadas.

Los transportes se están llegando a convertir en el único medio de desplazamiento, las compras «on line» de todo tipo de productos evitan las esporádicas salidas a las tiendas más cercanas, las nuevas tecnologías con su ocio en forma de juegos, y en otras ocasiones con el teletrabajo nos han convertido en mayor o menor medida en seres sedentarios.

Obviamente no sólo la alimentación ha cambiado en las últimas décadas, sino también nuestras íntimas relaciones con el entorno, llegando así a un aislamiento extremo de la naturaleza.

Las nuevas generaciones en una gran mayoría no ha tenido ningún tipo de contacto con un entorno natural.

Tras estos precedentes, actualmente la principal causa de muerte en el mundo es la cardiopatía isquémica, según la OMS mueren al año aproximadamente 18 millones de personas debido a enfermedades cardiovasculares.

Ciertamente no todas las sociedades tienen problemas cardíacos, hay una que no tiene ni siquiera un solo infarto. Y, esta es la tribu bolivariana de los tsimanés. Es más, sus habitantes no sufren ningún mal o enfermedad cardíaca.

Obviamente, tras estos precedentes, un equipo de investigación médica estuvo estudiando a dicha tribu entre los años 2014 a 2016: proporcionando resultados altamente interesantes, y que han sido publicados en la prestigiosa revista médica británica «The Lancet».

LA PRINCIPAL CAUSA DE MORTANDAD DEL MUNDO

La cardiopatía isquémica está causada por la ateriosclerosis de las arterias coronarias.

Con el paso de los años, y debido a la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias se va formando una placa que estrecha y obstruye las arterias. Este estrechamiento y obstrucción de las arterias impide el flujo normal de la sangre al

corazón, provocando así enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares, ataques cardíacos, etc.

A grosso modo, con el tiempo nuestras arterias se van endureciendo; bueno todas, salvo las de los tsimanés, que lo hacen en mucha menor medida.

LA TRIBU TSIMANÉ

Los t’simane, tsimané o chimán son un pueblo indígena bolivariano, que habitan a unos 400 km de la capital (La Paz), pueblan las tierras bajas de Bolivia, y están bañadas por el río Amazonas.

Su población total no supera los 9000 habitantes, y se agrupan en torno a  comunidades de 20 a 30 familias. Estas comunidades son sociedades de cazadores-recolectores.

Este pueblo indígena estuvo en contacto con el «hombre blanco» en el siglo XVII, fue con la evangelización de la orden de los jesuitas. Los tsimanés optaron por adentrarse en la selva amazónica.

Obviamente, en los últimos 500 años han evolucionado en muchos aspectos, como pueden ser sus ropajes y herramientas occidentales. No obstante, y lo más importante de todo es que su estilo de vida sigue siendo seminómada, viviendo de lo que cazan, pescan y cosechan.

EL ESTILO DE VIDA TSIMANÉ

Al ser una sociedad de cazadores-recolectores su subsistencia depende de la caza, la pesca y la ganadería, con lo que sus integrantes deben estar físicamente activos. En el caso de los hombres entre 6 y 7 horas, y las mujeres entre 4 y 6 horas.

En nuestras sociedades modernas en el tiempo que permanecemos despiertos, pasamos la mitad de él en modo sedentario, mientras que los tsimanés pasan solamente el 10%.

Respecto a la actividad física, los hombres tsimanés dan unos 17500 pasos diarios y las mujeres aproximadamente 16000. Si tomamos como referencia a las personas que se molestan en hacer algo de ejercicio físico diario, sabemos gracias a las nuevas pulseras inteligentes, que éstas rondan entre los 5000 y 10000 pasos diarios.

LA DIETA DE LOS TSIMANÉS

En los tiempos actuales hay un abuso descontrolado de la ingesta de proteínas, y los hidratos de carbono son tratados como un producto altamente peligroso. Y, todo esto ocurre por la «incultura científica» de muchos personajes que andan frecuentando el rol de dietistas. Algunos de ellos, sin ningún tipo de análisis sanguíneo «recetan» complejos vitamínicos, batidos de proteínas, y en el caso más extremo sustancias tóxicas prohibidas por la OMS.

La salud no es ningún juego banal con el que enriquecerse, ni nuestro cuerpo debería ser la auto-afirmación de un espejo para reflejar un ego mal formado.

No obstante, para todos ustedes que estén en manos de estos «carniceros de la salud», les recomiendo encarecidamente leer el artículo: “Los severos problemas para la salud causados por la dieta Dunkan, y todas las dietas hiperproteicas”.

Pues bien, retomemos nuestra dieta tsimané, que consiste en:

Hidratos de carbono (72%)
Arroz, plátano, yuca, mandioca.
Fruta y nueces: consumo muy elevado.
Todos estos carbohidratos son sin refinar, y muy altos en fibra.

Proteínas (14%)
Pescado (autóctonos del río Amazonas) y animales salvajes (jabalí, tapir, capibara).
Los tsimanés comen mucha más carne magra que los habitantes de las sociedades industrializadas.

Grasas (14%)
Lo que es una dieta muy baja en grasas, y obviamente ninguna de las grasas son grasas trans.
Diariamente consumen 38 gramos de grasa, de los cuales 11 gramos son de grasas saturadas.

Es importante también reseñar que los tsimanés tienen una dieta muy baja en azúcar. No ingieren alcohol, y no fuman en su inmensa mayoría (las personas que dijeron fumar, un paquete de cigarrillos les duraba un año).

EL ESTUDIO CIENTÍFICO

Se solicitaron 705 tsimanés de edades comprendidas entre 40 y 94 años, repartidos en 85 aldeas del Amazonas.

La prueba realizada a los individuos para evaluar la aterosclerosis, se basó en la puntuación de calcio coronario (CAC), lo que es conocido comúnmente como score de calcio.

Además de esta prueba se realizaron: mediciones de estatura, peso, ritmo cardíaco, presión arterial, colesterol y azúcar en sangre (glucosa).

EL SCORE (PUNTUACIÓN) DE CALCIO

Se realiza un TAC (tomografía axial computarizada), que es una técnica que nos brinda información sobre la presencia, ubicación, y extensión de la placa calcificada de las arterias coronarias.

Cuando debajo de la capa interior de la arteria hay acumulación de grasa y de otras sustancias, todo ello se puede calificar. Esto, es un indicativo de aterosclerosis.

El calcio es un marcador de enfermedades de las arterias coronarias, ergo los resultados del TAC cardíaco que proporciona el «score de calcio», son una perfecta herramienta para el pronóstico.

Esta prueba además de hacerse en muy poco tiempo, no causa dolor, ni tampoco requiere la inyección de material de contraste.

Las puntuaciones comprendidas entre 0 y 100 no representan ningún riesgo de padecer una enfermedad aterosclerótica significativa.

Las puntuaciones comprendidas entre 100 y 400 representan una elevada probabilidad de que el individuo haya desarrollado alguna enfermedad coronaria.

LOS RESULTADOS DEL SCORE DE CALCIO

El 85% (596) de los tsimanés dieron un score o puntuación cero.

El 13% (89) tenía muy bajas concentraciones de calcio.

Únicamente el 3%, 20 de los tsimanés tenían un riesgo, pero extremadamente moderado de tener en un futuro problemas coronarios, ya que su score superó los 100.

Y, dentro de los mayores de 75 años, únicamente el 8% obtuvo un score mayor a 100.

Curiosamente el 65% (31) de los tsimanés con edades inferiores a 75 años, todavía conservaban su score 0. Y, solamente el 8% (4) superaron el score 100.

Por otra parte, hicieron exactamente las mismas pruebas en Estados Unidos a 6184 individuos multiétnicos.

Como anécdota, les diré que los tsimanés que fueron a hacerse las pruebas para  llegar al hospital de la ciudad de Trinidad, se pasaron un día remando a lo que sumaron otras seis horas de viaje en Jeep. El personal del hospital les obsequió por los servicios prestados con: anzuelos para pescar, agujas para hacer calceta, hilo y lana, además de otras herramientas de gran utilidad.

CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

Los individuos norteamericanos tienen cinco veces más probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca.

Un tsimané de edad media, tiene unas arterias semejantes a la de un individuo occidental 28 años más joven.

A la luz de estos resultados los tsimanés han desbancado a las mujeres adultas Japonesas, que era el grupo poblacional con mejor salud arterial hasta la fecha.

¿GENÉTICA O MODO DE VIDA?

Lo primero que pueden estar planteándose tras la lectura de este artículo, es que los tsimanés pueden tener alguna suerte de variante genética la cual les proteja de las enfermedades cardiovasculares. Pero, esto no es así, ya que disponemos de una prueba irrefutable.

En los últimos cinco años los tsimanés han adquirido alguna que otra canoa motorizada, y el gobierno bolivariano ha realizado nuevos caminos en la selva. Esto hace que puedan acceder con mayor facilidad al mercado más cercano, el de San Borja.

En su dieta están empezando a introducir productos ricos en azúcar, otros con una cantidad elevada de grasa, harina, y aceite para cocinar.

Los tsimanés tras introducir estos nuevos productos en su dieta, elevaron su colesterol LDL de 72 a casi 100.

No obstante, si tomamos medidas de la primera década del siglo hasta el año 2015, los tsimanés han pasado de 1,84 milimoles por litro de concentración de colesterol LDL a 2,35 milimoles por litro.

Con los datos expuestos anteriormente, debemos descartar cualquier factor de índole genético.

MISCELÁNEA

En la sociedad moderna con el fin de mantener nuestras arterias lo más flexibles posible, con el fin de evitar las enfermedades coronarias que a su vez son las principales causantes de mortandad, debemos tomar ejemplo en la medida posible de la tribu tsimané.

Para ello, debemos intentar tener la vida menos sedentaria que nos sea posible. Intentar caminar en mucha mayor medida, y en cuanto a la alimentación evidentemente evitar las grasas, el azúcar, una mayor ingesta de hidratos no refinados, y la carne que se coma que sea magra en su mayor proporción.

Con estas breves indicaciones; y obviamente no fumando, manteniendo los niveles de colesterol LDL bajos, manteniendo la presión arterial, el nivel de glucosa en sangre, el índice de masa corporal en unos baremos correctos, y haciendo mucha actividad física… podemos asegurar unas arterias sanas y flexibles, con todo lo que ello conlleva.

Debemos de intentar mantener un cierto contacto con la naturaleza, paseen y disfruten de ella en cualquiera de sus infinitas formas y esplendores.

Elige sólo una maestra: la naturaleza. Rembrandt

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¿Cómo hemos llegado a ver color?

Cómo hemos llegado a ver en color

Esta cuestión aparentemente tan evidente, no tenía una explicación hasta hace unos días, concretamente hasta el 19 de febrero del 2017. Y, dicha explicación se la debemos a la científica de la Universidad de Calgary, Canadá: Amanda Melin

Y, la respuesta a la pregunta es: que vemos en color gracias a la fruta.

Amanda Melin acaba de publicar este trabajo en la prestigiosa revista Science, y de exponerlo en la reunión anual de Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) celebrada en Boston.

Hasta la fecha de hoy conocíamos la explicación respecto a la percepción de los colores. Pero, no comprendíamos cómo surgió la visión en color durante el proceso evolutivo, ni cual era el fin de la «visión en colores».

 

¿Cómo se forman los colores en nuestro ojo?

Los colores se miden por longitudes de onda. Los humanos podemos ver entre las longitudes de onda de 380 nanómetros a 780 nanómetros – 1 nanómetro (nm) equivale a una millonésima parte de un milímetro – . Este rango de longitudes de onda se denomina espectro visible, más allá de los 380 nm correspondería al ultravioleta, a la par que más allá de los 780 nm correspondería al infrarrojo.

Cualquier color en que estén pensando en este momento, le corresponde una longitud de onda exacta.

Ahora y más que nunca, nuestro entorno está circundado por una infinidad de ondas, que literalmente nos atraviesan constantemente (luz, sonido, ondas de radio, televisión, telefonía móvil, WiFi, etc).

De todas estas ondas que llegan a nuestra retina, los millones de células llamadas fotorreceptoras – conos y bastones – , que son las células más especializadas y complejas de nuestro cuerpo, solamente captan la parte correspondiente al espectro de luz visible.

 

¿Por qué percibimos los colores?

Para explicar esto, voy a suponer que tengo condiciones de buena iluminación en el entorno. Tengo lo que se denomina «visión fotópica», los responsables de la misma son los conos.

Al llegar la radiación a la retina penetra en la misma, y allí se recoge parte del espectro de luz. Los conos poseen tres tipos de cromoproteínas llamadas iodopsinas, tienen pigmentos específicos para capturar los colores rojo, verde y azul (debido a la teoría tricromática de Yung-Helmholtz).

Recuerden que vemos todos los colores gracias a nuestra visión tricromática.

Una vez que se han capturado dichos colores, y mediante el efecto fotoeléctrico estas ondas se transforman en impulsos nerviosos. Dichos impulsos viajan velozmente mediante los nervios ópticos, hasta llegar al cerebro donde se genera la sensación de color.

En el caso de que la iluminación sea escasa tenemos lo que se denomina “visión escotópica”, los encargados de la recogida de la información son los conos mediante el pigmento rodopsina, que es una proteína transmembranal capaz de absorber todas las longitudes de onda.

Curiosamente, no tenemos la misma cantidad de fotorreceptores para todos los colores, los correspondientes al color rojo son mayoría.

En nuestra visión, el sistema «conos-bastones», tiene que estar perfectamente equilibrado. Si este no fuera el caso, se producirían fenómenos como el daltonismo: donde el sujeto no aprecia correctamente la gama de colores, confundiendo así los colores rojos y verdes.

Y, vimos en color gracias a la fruta.

El experimento

La doctora Melin se fue a los bosques de Puerto Rico para observar a 80 macacos salvajes.

Los macacos salvajes fueron elegidos para el estudio, debido a que pueden presentar una diferencia genética. Estos primates pueden tener visión tanto bicromática, como tricromática. Y, es que algunos de ellos a lo largo de la evolución, durante el periodo mesozoico perdieron uno de los conos de la retina (visión bicromática).

Allí hicieron simulaciones por ordenador de su aparato visual, e identificaron exhaustivamente la visión en los primates, además de en tupayas, dermópteros y otros mamíferos menores.

Las tupayas son el grupo más cercano a los primates, después de los dermópteros.

Finalizado el estudio se concluyó que los que tenían visión tricromática, encontraban más fácilmente los frutos maduros y las hojas más verdes.

Ergo, evolutivamente podemos explicar nuestra visión en color, como una adaptación evolutiva.

Pero, el estudio dio un resultado adicional muy interesante: el daltonismo.

Resultó que los animales con daltonismo veían mejor los objetos camuflados, ya que se pueden distinguir mejor tanto las texturas como los bordes. Lo que implicaría a su vez que el daltonismo podría considerarse también como una adaptación evolutiva.

 

Miscelánea

El color es una sensación subjetiva. Y, es tan subjetiva que si a cada una de las personas que habitan este planeta, aproximadamente 7000 millones, les diéramos una tarjeta impresa con el mismo color, cada una de ellas “interpretaría” un color diferente.

Esto ocurre porque el proceso de identificación del color depende tanto del cerebro como del globo ocular, y este proceso es diferente para todos y cada uno de los individuos que pueblan el planeta azul.

¿Qué es el ser ante el color del mundo? El color del mundo es mayor que el sentimiento del hombre. Juan Ramón Jiménez.

 

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