La magia de la transdiferenciación

NEURONA EPC
Existen trastornos neuronales como pueden ser el autismo y la esquizofrenia de los que aún estamos muy lejos de entender sus verdaderos mecanismos en los entresijos del cerebro, con lo cual aún estamos muy lejos de proporcionar una solución a estos trastornos ya muy arraigados en la población.

No obstante, las cifras que les voy a facilitar a continuación no son totalmente exactas, pero les pueden proporcionar una idea aproximada del problema. En el año 2012 se calculó que 1 de cada 150 niños en edad escolar sufría autismo, mientras que el año pasado 2017, esta cifra había ascendido dramáticamente a 1 de cada 68 niños.

Por otro lado la esquizofrenia la padecen unos 21 millones de personas en el mundo.

No obstante, seguimos sin poder explicar por qué aparece el autismo y la esquizofrenia, ni tampoco podemos ofrecer tratamientos definitivos.

Unos investigadores de la Facultad de Medicina de Stanford, en Estados Unidos, liderados por Marius Wernig acaban de publicar un artículo donde se abre una nueva vía para la investigación de estos trastornos. Todo gracias a una técnica denominada transdiferenciación que permite grosso modo convertir la sangre en neuronas.

 

La clave son los linfocitos T

En el interior de nuestra sangre poseemos los glóbulos blancos, y entre el 20% y 40% de los mismos son linfocitos T. Estos son capaces de discernir lo que es bueno para el sistema inmunológico y lo que no, siendo así los encargados de proporcionar las defensas al sistema inmunitario: eliminan las impurezas del sistema sanguíneo.

 

El cóctel mágico

Mezclamos una muestra de 1 mililitro de sangre con cuatro proteínas específicas esperamos tres semanas, y finalmente obtenemos 50000 neuronas funcionales.

Todo ello gracias a los linfocitos T presentes en la sangre, y utilizando un método denominado transdiferenciación.

 

La magia de la transdiferenciación

En el año 2010 el doctor Wernig junto a su equipo lograron convertir células de la piel de ratones en neuronas de ratón obviamente, pero sin inducir a esas células a convertirse en pluripotentes, posteriormente llegaron a convertir la piel humana en células hepáticas.

 

La transdiferenciación frente a las células madres pluripotentes (IPS)

Como comentaba anteriormente, con la técnica de la transdiferenciación no se necesita inducir a las células a convertirse en pluripotentes, que es una etapa de desarrollo flexible de las células a partir de la cual pueden llegar a convertirse en cualquier tipo de tejido.

Las células madre pluripotentes (IPS) son capaces en el ámbito global del organismo humano de diferenciarse en cualquier célula que necesite nuestro organismo en un momento determinado, con lo cual esto sería el «santo grial» tanto para el estudio como para el tratamiento de diversas enfermedades.

El problema que nos surge al trabajar con células madre es que a la hora de obtener este tipo de células del paciente es un proceso complicado, costoso y laborioso.

En el caso de la obtención de células de la piel el proceso no únicamente es doloroso, también es invasivo.

Pero, con el proceso de la transdiferenciación se simplificaría enormemente dicho proceso.

En el caso concreto de la conversión a neuronas, si en vez de utilizar el método de la transdiferenciación utilizáramos células IPS, necesitaríamos células de la piel. Estas células de la piel obtenidas mediante biopsias deben ser cultivadas en el laboratorio durante un intervalo temporal suficiente para que estas células aumenten en número, con el grave problema de que durante la duración de este proceso se introduzcan ciertas mutaciones genéticas que antes el paciente no tenía.

 

Las neuronas funcionales

Las neuronas resultantes tras la técnica de la transdiferenciación no son totalmente perfectas, no son capaces de formar unas conexiones estables y maduras. Resumiendo: no son capaces de formar unas sinapsis maduras.

No obstante, sí que son capaces de realizar las principales funciones de las neuronas, y con esto es más que suficiente para comenzar el desarrollo de ensayos funcionales para el estudio de enfermedades cerebrales complejas.

 

El futuro

Ciertamente aunque las neuronas obtenidas tras el proceso no son perfectas, la transdiferenciación si es un completo avance en el estudio de las enfermedades como son la esquizofrenia o el autismo. Tal es así que el equipo de Wernig ya ha comenzado a hacer una recolección de muestras de sangre de niños con autismo.

Además de ser un método más rápido, no invasivo, más barato y más fiable que trabajar con células madre pluripotentes (IPS) se pueden obtener las citadas 50000 neuronas por mililitro de sangre no solamente con muestras de sangre recién adquirida, sino que también la muestra de sangre puede estar previamente congelada.

Esto, abre una vía casi infinita para la experimentación, eso sí, la técnica debe mejorarse con el fin de obtener neuronas humanas perfectas. Todo este proceso requerirá tiempo y paciencia, mientras tanto veremos los resultados que nos van dando los ensayos recién comenzados.

 

«La paciencia es una virtud calumniada, quizá porque es la más difícil de poner en práctica». Sigrid Undset

 

 

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